Disney es el nuevo Pixar

Título: Wreck-It Ralph Dirección: Rich Moore Guión: Phil Johnston Música: Henry Jackman Reparto: John C. Reilly, Sarah Silverman, Jack McBrayer, Jane Lynch y Alan Tudyk País: Estados Unidos Año: 2012 Duración: 101 minutos

Wreck-It Ralph es el villano de Fix-It Felix, Jr., un arcade que acaba de cumplir 30 años (que nos recuerda al primer Donky Kong), y es un villano que está cansado de ser el tipo malo, sufre discriminación por parte de los personajes de su videojuego y del guardia de seguridad de la Estación Central. Es la tragedia de un personaje estereotipado que está harto de la percepción social que tienen de él. En la fiesta de aniversario del juego tiene un altercado con el vecindario y toma la decisión de obtener una medalla. El único lugar en donde un tipo como él puede obtener un trofeo es Hero’s Duty, un First Person Shooter en donde hay que liberar un mundo invadido por insectos mutantes (que nos recuerda a Halo)… y obtiene su medalla, quizás de una manera poco ortodoxa, pero la obtiene… hasta que por error tropieza con un huevo alien (que nos recuerda a los huevos aliens de Alien) durante el escape y termina en Sugar Rush, un videojuego de carreras en un mundo hecho de caramelos (que nos recuerda a Super Mario Kart) en done conoce a Vanellope von Schweetz, un glitch que usa la medalla para poder competir.

Más o menos de eso va, ¿saben que es lo más interesante? Que los dos personajes, Venellope y Ralph, son unos parias sociales. Un villano que sólo hace su trabajo y un error de programación que puede poner en riesgo su propia existencia. Podría parecer la obtención de la medalla o la competencia en la carrera son actos egoístas de los personajes, a mí me parece que es la búsqueda de un poco de respeto por parte de los inadaptados.

Y eso es grandioso, no hay problema con que seas malo, o que digan que eres malo, no hay problema con que seas un error, que digan que eres un error; siempre y cuando estés satisfecho con quién eres, seas como seas. “I’m Bad, and that’s good, I will never be good and that’s not bad, there’s no one Id rather be…than me”, dicen en el grupo de apoyo para villanos.

Amo las referencias, a lo que sea, los guiños entablan una relación de complicidad entre los creadores de la película y los espectadores y aquí, quizás no hay muchos, pero son grandiosos. No solamente hay referencias a videojuegos, como era previsible, hay a “Los niños del maíz” (Children of candyconr), a “El mago de Oz” (unas galletas Oreo resguardando el castillo del Candy King), a “Alien” (los mencionados huevos de xenomorfo), “Star Wars” (la respiración de Vader) y a los videos virales de la combinación explosiva (nunca antes mejor dicho) de Mentos y Diet Coke. Todos esos detalles la hacen una película altamente disfrutable en varios niveles. Hay una historia atractiva para los niños con un buen mensaje de trasfondo contada por medio del Viaje del Heroe, con una vistosa envoltura, y mucho, mucho amor a los videojuegos retro.

Nunca pensé decirlo, pero en 2012 la mejor película de animación salió de los Estudios de Animación Disney, no de Pixar; después de la fusión (o fagocitosis) y después de ver “Cars 2” pensé que el espíritu de Pixar había sido eliminado, para fortuna de todos a John Lasseter no le compraron el alma, o por lo menos la dejaron conectada al cerebro y continúa produciendo historias inteligentes.

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