Iluminación para principiantes

Título: Erleuchtung garantiert Dirección: Doris Dörrie Guión: Doris Dörrie y Ruth Stadler Fotografía: Hans Karl Hu Reparto: Uwe Ochsenknecht, Gustav-Peter Wöhler, Petra Zieser, Ulrike Kriener, Anica Dobra y Heiner Lauterbach País: Alemania Año: 2000 Duración: 109 minutos

Uwe es un alemán de media edad que no se ocupa de su familia, su esposa está a cargo de la casa y de los odiosos niños; un día lo abandonan, se queda sin familia en una casa semivacía, por lo que, en medio de esta crisis recurre a su hermano. Gustav es un alemán de media edad que vive con su esposa, es una especie de consultor feng shui que está a punto de viajar a un monasterio japonés para meditar. La llegada de su hermano modifica sus planes, ahora deberá de ser acompañado por Uwe, en ese viaje hacia la iluminación. Las cosas no son tan fáciles como esperaban. En Japón se pierden, no recuerdan la ubicación de su hotel (en donde tiene su equipaje y pasaportes), no tienen dinero, ni la posibilidad de comunicarse.

Es una película ligera y entretenida. Tenemos a dos tipos comunes que emprenden un viaje de autoconocimiento que sale mejor de lo que esperaban. El plan era llegar al hotel de Tokio, pasear un poco y después internarse en el monasterio. Pero el incidente que los obligar a acampar en la calle, ganar dinero y aprender el idioma, comenzar desde abajo los hace estar preparados para el retiro espiritual. Conocen a una alemana avecindada en la ciudad nipona, que les tiende la mano, y ya entrados en gastos, continúan camino al lugar de meditación.

Esa es la primera parte, la segunda es en el monasterio. Gustav era el que tenía deseos de hacerlo, de viajar hasta allá con fines espirituales, pero se da cuenta que no está hecho para todo lo que implica la estancia en templo; me parece que está interesado en el zen por esnobismo y no tanto por sentirse comprometido con la iluminación. Además de meditar deben de hacer una serie de actividades como barrer hojas y asear el recinto, que tiene que ver con la disciplina y no tanto con la limpieza, lo que más bronca le da a Gustav es que su hermano Uwe lo hace mejor que él. Se preocupa por no hacer las cosas de manera correcta y lo único que provoca es hacer las cosas de la peor manera. En cambio Uwe que no tenía muchas expectativas sobre esa experiencia comienza a sacarle provecho teniendo en cuenta que está en un periodo de crisis, al fin y al cabo su vida tal y como la conocía terminó de manera desastrosa, ¿qué más puede perder?

Al final terminan encontrándose a sí mismos, y aceptándose tal y como son, Gustav acepta y declara su orientación sexual. Terminan viviendo en Japón, acampando en la calle, completamente desapegados de los bienes materiales, olvidando sus vidas pasadas.

Es linda, ligera, con algunas dosis de humor y un poco rara. En algunos momentos me recordó a los filmes del Dogma ’95, por la técnica casi documental, cámaras al hombro y nula banda sonora. Les digo que es novedosa, a pesar del cliché del “viaje para encontrarse consigo”, no está mal.

Así la vieron los críticos:
…eh, parece que los críticos no la vieron, usted disculpe.

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