Ese es sólo el contexto para intentar contarnos una historia de amor entre el presidente y Daisy (Laura Linney), su prima lejana; probablemente era un gran pretexto para humanizar al personaje político. Sacarlo de la imagen rígida del hombre de estado, y presentarlo tan vulnerable como cualquier otro mortal.
El resultado global no es bueno, no resulta ser un tema lo suficientemente interesante las relaciones sentimentales Roosevelt. Hay una parte interesante en que el rey Jorge V (Samuel West) y el presidente (Bill Murray) mantienen una charla en privado, vemos al monarca temeroso con más presiones que canonjías y al mandatario tomando una postura paternal, dándole confianza y consejos. Eso me me hizo lindo, aún más cuando los dos personajes tienen en común la presencia de mujeres de fuerte personalidad que los atosigan y apoyan.
La historia romántica y sentimental está de más, no tienen la más mínima importancia, lo peor de todo es que se supone que es el motor de la historia, la narración parte de la visión de la prima Daisy que es el personajes peor construido. Resulta más atractivo ver a los reyes como peces fuera del agua por enfrentarse la cultura estadounidense, que seguir el idilio incestuoso.
A pesar de todo creo que las actuaciones de Murray y de Olivia Williams (como Eleanor) se destacan, es una pena que el resto de la película no tenga la calidad que ellos se merecen. Mejor suerte para la próxima, presidente Roosevelt.
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