La bruja, el mago y el tigre

Título: Rebelle ( aka War Witch) Dirección: Kim Nguyen Guión: Kim Nguyen Fotografía: Nicolas Bolduc Reparto: Rachel Mwanza, Alain Lino Mic Eli Bastien, Serge Kanyinda, Mizinga Mwinga, Ralph Prosper y Jean Kabuya País: Canadá Año: 2012 Duración: 90 minutos

Un grupo de niños son reclutados en lugar de la África subsahariana, Komana (Mwanza) es obligada a asesinar a sus padres antes de partir. En el grupo guerrillero es sometida a un ritual de paso en que consume agentes alucinógenos, durante un estado alterado de conciencia ve los fantasmas de las personas muertas en el conflicto. Es identificada como una bruja y se gana cierto prestigio en su unidad y llevada con el dirigente guerrillero, el Gran Tigre. Conoce a un muchacho identificado como mago con el que trabará una relación. Pero las cosas no son tan fáciles, el Gran Tigre suele asesinar a las brujas cuando su asesoría no es la adecuada. La bruja y el mago deberán huir para salvar sus vidas.

Es cruda, va un poco en el sentido de denuncia social, los niños que son arrastrados a la guerra, como carne de cañón. Despersonalizados, les arrancan la identidad y los obligan a eliminar todo vínculo con su origen, su nuevo hogar y familia es el grupo guerrillero del que son miembros. La utilización del pensamiento mágico como instrumento de adoctrinamiento ideológico, la deidificación y atribución de poderes sobrehumanos al lider de crinimales. No se sabe cuales son los fines del grupo militar, pero ninguno, cualquiera que sea, justifica el asesinato y la destrucción de la vida de personas inocentes. Es una temática alarmante, triste y dolorosa.

Es probable el relato sobre el cual gira es un poco simple. Los dos muchachos que huyen para salvar sus vidas y porque poco a poco se enamoran; y los infortunios de esa escapatoria. Pero se puede dejar a un lado, la parte que critica la problemática de la destrucción del tejido social es más importante. Pone en discusión ese escabroso tema y en eso funciona la película.

Hay escenas muy violentas, pero se justifican, la vida en esas condicionen no es nada fácil y estoy seguro que la realidad es mucho más cruel. La parte de los fantasmas en la jungla es atemorizante, tanto de manera visual como simbólica, son las culpas y responsabilidades con las que carga la pobre de Komana. En la forma no muestra algo novedoso, pero en el fondo es efectiva en su objetivo de hacer pensar al público en realidades que le son distantes y poco habituales en el cine.

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