Una cruel historia de amor

Título: Amour Dirección: Michael Haneke Guión: Michael Haneke Música: Schubert, Beethoven, J. S. Bach Fotografía: Darius Khondji Reparto: Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva, Isabelle Huppert, William Shimell, Ramón Agirre, Rita Blanco, Alexandre Tharaud, Laurent Capelluto, Carole Franck y Dinara Drukarova País:Austria Año: 2012 Duración: 127 minutos

Georges (Trintignant) y Anne (Riva) son dos octogenarios maestros de música que viven solo en parís. Un mal día ella tiene un accidente vascular, es sometida a un procedimiento quirúrgico que no sale del todo bien, regresa a su casa con la mitad del cuerpo paralizado es el inicio de una larga y agonizante condición que pondrá a prueba el amor de la pareja.

Es así de llano y simple el argumento. Una mujer que poco a poco va perdiendo sus capacidades físicas con un proceso degenerativo que mina no sólo su calidad de vida, también afecta emocionalmente a su esposo. El esposo que tolera la condición de ella y le demuestra el más grande amor cumpliendo su deseos y soportándolo todo el solo, sin el apoyo ni comprensión su hija.

Jean-Louis Trintignant es un legendario actor francés, recordado por protagonizar, entre muchas otras producciones, “Et Dieu… créa la femme” al lado de Brigitte Bardot y “Trois couleurs: Rouge” de Kieslowski, que desde hace mucho tiempo no tenía largas actuaciones en el cine, únicamente pequeños papeles, se encontraba cómodo actuando en el teatro, pero Haneke le presentó este proyecto y no pudo negarse. Emmanuelle Riva es una actriz y poetiza francesa que hace 54 años protagonizó “Hiroshima, mon amour” de Alain Resnais; esta película la convirtió en la actriz de mayor edad (85 años) en estar nominada al Oscar. Michael Haneke es un director y guionista de cine austriaco conocido por su estilo sombrío, turbador y cruel con sus personajes. No es un director fácil si buscan olvidarse sus los problemas viendo cine.

Esta película tampoco es fácil, es muy dolorosa, cruel (como la vida misma) y realista. No se basa en la espectacularidad y los efectos para arrancarnos alguna emoción. Lo hace por medio de un realismo devastador. Pasa al cinta por un tamiz que deja una imagen muy fina, sin recursos como música incidental, desplazamientos de cámara; todo es sencillo y creíble. Te hace sentir la desesperación de la mujer que no puede moverse ni valerse de sí misma y la desesperación del hombre que no puede ayudar en mucho a la mujer que ama.

Es increíble como dice tanto y trasmite tanto por medio de recursos simples. Tenemos un escenario que no cambia muchos, dos tremendos actores y un guión excepcional. Con eso basta y es hermoso. Suena a cliché (y lo es) pero me devuelve la esperanza en el cine. Cuando estamos inundados por producciones de actores taquilleros con efectos especiales por todos lados y campañas publicitarias millonarias… alguien, desde Francia, la cuna del cine, sale con una obra de arte. Es maravillosa.

Es muy recomendable, pero les advierto que no es una película alegre, lleven muchos pañuelos desechables y eviten comer palomitas.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente