Título: Happy-Go-Lucky Dirección: Mike Leigh Guión: Mike Leigh Música: Gary Yershon Fotografía: Dick Pope Reparto: Sally Hawkins, Alexis Zegerman, Eddie Marsan, Andrea Riseborough, Sinéad Matthews, Sarah Niles, Eddie Marsan, Joseph Kloska y Sylvestra Le Touzel País: Reino Unido Año: 2008 Duración: 118 minutos
Poppy (Hawkins) es una profesora de primaria que no se toma la vida en serio, o quizás sí, pero su actitud no es muy seria. Es inglesa y tiene treinta años y parece ser feliz. Pasa el tiempo en su trabajo, y haciendo cosas que la distraigan, saltando en trampolín, clases de flamenco y visitando pubs con sus amigas y hermana. El día que le roban la bicicleta decide sacar una licencia de conducir por lo que los fines de semana toma clases de manejo con un malhumorado profesor (Eddie Marsan) que contrasta con su actitud.
El mal carácter del profesor le hará replantearse su visión optimista de las cosas… no es verdad pero eso hubiera sido más divertido. Poppy me recordó a esa frase de “Comienza tu día con una sonrisa, verás que divertido es ir por ahí desentonando con los demás”, atribuida a Quino. Es una muchacha que busca que toda la gente sea feliz por medio de sus estupideces, Hawkins me caé bien, es más si no fuera por ella el personaje sería detestable, como un Roberto Benigni transgénero.
Pensé que sería una “feel good movie”, me hacía falta ver una, pero aunque tiene momentos divertidos no es muy buena, la historia no va a ningún lado. La protagonista es infantil, inmadura y un poco tonta, y no evoluciona en ningún momento; el resto de personajes tampoco cambian debido a la intervención de ella. No sé si halla muchas razones para recomendarla. Hawkins tiene carisma y me encanta la voz rara de Kate O’Flynn que interpreta a Suzy, la hermana menor de Poppy.
Les digo que hubiera sido mucho más interesante el conflicto entre la chica excesivamente optimista en contra del maestro de manejo que es excesivamente negativo, dos polos opuestos que cuando se encuentran tienen un altercado y ya… todo termina allí. No va a ningún lado y eso es desesperante.
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